Como un recolector sin rumbo fijo el artista se abre camino en el impenetrable monte.
Con machete construye su rumbo donde no hay senda ni huella.
Pero por encima del espeso verdor
Está el cielo
Las estrellas dibujan su escritura
Son mapas que indican direcciones
El artista sabe cuál es su guía
La observa desde muy lejos.
Y su andar toma dirección
Líbero, una luz.
Alejandro de la Cruz, sin fecha